La alcaravea común crece abundante en el Asia Menor (Caria). Su raíz, en forma de huso, es gruesa y blanca y es comestible tanto cruda como guisada. El tallo es redondo, estriado, ramoso, de unos 60 cm de altura; las hojas, lanceoladas, parecidas a las de la zanahoria silvestre o visnaga, van apareadas. La flor es pequeña y blanca. Se siembra como cualquier hortaliza y se usa en la cocina como buen reemplazante del anís, principalmente para disimular el mal gusto de ciertos platos. Sus hojas también se comen, cocidas o en ensalada. Las semillas suministran un aceite estimulante y sirven para elaborar algunos licores.

Esta planta es útil contra los flatos, y es estomacal y diurética. Se puede tomar a discreción, pero para mayor seguridad en sus efectos, he aquí la fórmula:

Extremos 50 gr

Agua hirviendo 500 gr

Se calienta hasta la ebullición, se tapa y se deja enfriar. Dosis: se toma 1 taza cada 15 minutos y, después de algunos días, se toma de tarde en tarde hasta conseguir la curación. Si se toma a razón de 4 tazas al día, se sentirá el alivio contra los desarreglos intestinales y especialmente contra los cólicos ventosos.