Es un árbol semisilvestre que alcanza gran altura, y se considera el árbol sagrado de los araucanos, pues bajo su frondoso follaje celebran éstos sus principales asambleas. Sus hojas alargadas, casi lanceoladas, son un poco duras y tienen el pecíolo corto. Las flores, de péndulo muy corto también, forman una especie de espiga de un blanco puro, guarnecida por un involucro de pequeñas hojas ovaladas.

La especie Drimys chilensis crece desde el Limarí hasta Chiloé. Más allá se halla el D.

Winteri, que se diferencia muy poco del anterior.

En el comercio se venden su corteza y sus hojas.

Según el Prof. Glauber, la acción fisiológica del canelo está relacionada con la presencia del tanino y, sobre todo, de una esencia aromática muy poderosa que contiene.

1. El cocimiento de su corteza —amargo y acre, de sabor persistente— estimula las secreciones del estómago y determina en todo el organismo una reacción especial. Es tónico, estimulante, diurético y antiescorbútico.

Fórmula:

Corteza 5 a 8 gr

Agua 500 gr Se hace hervir 5 o más minutos y se toma por tacitas durante el día. Nota: En grandes dosis puede provocar náuseas y, a veces, vómitos y diarrea.

Antiguamente, la corteza del canelo gozaba de mucha fama. El cirujano Winter la recomendaba en todas las enfermedades que necesitaban tónicos y estimulantes. El usaba la corteza del canelo de Magallanes, que por eso se llamó Drymis Winteri.

1. Una infusión de hojas (o de corteza) aplaca el dolor de las úlceras y quita el dolor de muelas.

Fórmula para las hojas:

Hojas 10 gr

Agua 500 gr Se calienta hasta la ebullición y se toma una taza 3 ó 4 veces al día. Tal como se dijo de la corteza, estimula también las secreciones gástricas y produce una saludable reacción general en el organismo.

e. El baño preparado con hojas y corteza se recomienda como aromático en los reumatismos, parálisis de origen reumático y en la debilidad general del organismo.

d. Exteriormente, el cocimiento de la corteza es muy eficaz para lavar y limpiar heridas de carácter maligno.