Hiedra Arbórea o Común

Todas las partes de la planta son útiles.

a. Los frutos, a la dosis de 10 a 20 bayas, constituyen un purgante enérgico del que tal vez se ahusa demasiado en las zonas rurales: aconsejamos no emplearlos, porque suelen ser peligrosos (Dr. Beauvillar). Pero a la dosis de 2 gramos en polvo, son un buen febrífugo.

b. Las hojas frescas tienen un sabor amargo y al restregarlas, exhalan un olor balsámico; se usan al exterior a título de derivativos, aplicándolas sobre las úlceras producidas por cáusticos para impedir su cicatrización. En cocimiento y reducidas a pulpa que se aplica en cataplasmas, modifican las úlceras atónicas, especialmente de la erisipela, y actúan como resolutivas en los infartos fríos; en infusión, adicionando vinagre, son útiles contra la sarna.

c. De los tallos viejos se obtiene una goma-resina, que parece reunir todas las propiedades de la planta, usada en las caries dentarias para calmar el dolor.

d. Kneipp recomienda la tisana de la hiedra contra las afecciones de los pulmones, riñones y vejiga.

e. Rajus preconiza el jugo contra los dolores de cabeza y sostiene que, introducido en la nariz, hace desaparecer las jaquecas más violentas y persistentes.