PROPIEDADES DEL TE

El presente artículo es un resumen de la revisión de los efectos del té sobre la salud humana, una bebida aceptada y consumida masivamente en forma habitual por millones de personas tanto en Chile como en el mundo entero.  

El té es una bebida placentera, popular, económica, segura y socialmente aceptada, consumida todos los días por millones de personas de todo el mundo. El té provee de una fuente dietaria de componentes biológicamente activos que ayudan a prevenir una amplia variedad de enfermedades. Es una rica fuente de antioxidantes llamados flavonoides, y contiene muchos otros componentes beneficiosos tales como vitaminas y fluor. Hay creciente evidencia de que el consumo moderado de té podría tener un efecto protector sobre algunas formas de cáncer, enfermedad cardiovascular, formación de cálculos renales, infecciones bacterianas, y caries dentales. Se requiere de investigaciones que logren definir la magnitud de los efectos beneficiosos para la salud humana, que establezcan el nivel seguro de consumo de té asociado estos beneficios, y que aclaren los potenciales mecanismos de acción.  

Introducción     

El té es una infusión hecha de hojas del arbusto Camellia sinensis. Tales hojas pueden ser procesadas de diferentes maneras para obtener tres clases de té, el té verde que es obtenido luego de recolectar las hojas frescas y secarlas al vapor directamente después de cortarlas. El té Oolong derivado de hojas frescas sometidas a un período de oxidación parcial antes de secarse, y finalmente el té negro obtenido luego de una oxidación total antes de secarse al vapor. Entre los más grandes productores de té se encuentran India, China, y Kenya.      

El arbusto C. Sinensis es nativo del sureste de Asia. Su uso se habría iniciado en China en las clases aristocráticas, más tarde esta costumbre se extendió a las clases no aristocráticas de ese país, luego a poblaciones de países vecinos, y finalmente al extranjero gracias al comercio, que introdujo el té en los países occidentales aproximadamente en 1610. Hoy, el té es disfrutado en todo el mundo y su consumo refleja tradiciones y preferencias locales. Así el té oolong es ampliamente usado en China y Taiwan, el té verde es el preferido en muchos países asiáticos y del norte de Africa, mientras el té negro es el elegido entre los consumidores occidentales.

Los más fuertemente aficionados al té se encuentran en Irlanda del norte (3,16 kg/por persona por año), el Reino Unido (2,53 kg /por persona por año), y Kuwait (2,52 kg /por persona por año). Algunos factores son responsables de la popularidad del té. Beber té es una experiencia placentera que es disfrutada solo o compartido en reuniones sociales. En ciertos países tales como Japón, beber té es considerado altamente importante y elaborados rituales deben ser observados para servirlo adecuadamente. En la India el té es bebido con una mezcla de especies (masala) para agregarle sabor. Esta infusión hecha con hojas de té y agua hervida provee de una bebida segura para millones de personas para las cuales el agua limpia es aún un lujo. El  té no causa intoxicación. Es una bebida barata y usada por todas las clases sociales en todos los países. La idea original china indica que solamente la bebida obtenida de C. Sinensis es considerada como té, el té de hierbas no es verdaderamente té ya que no deriva de las hojas de este arbusto.

1.- TÉ Y SALUD   

En suma a los agradables, seguros y económicos aspectos del té, esta bebida también provee de una fuente natural de componentes que protegen contra una amplia variedad de enfermedades. En efecto, las propiedades medicinales del té han sido largamente conocidas. Por siglos las personas beben té cuando se recuperan de la gripe o enfermedades similares. Sin embargo, solamente desde el primer simposio internacional del té y salud humana, hecho en Nueva York en 1991, la investigación científica ha señalado seriamente la correlación entre el té y la prevención de ciertas enfermedades. La  última  evidencia científica dentro sus aspectos beneficiosos señala que los tres tipos de té proveen de componentes biológicamente activos (flavonoides, vitaminas, fluoruro), disipándose el mito que solamente el té verde provee de efectos beneficiosos para la salud. Los flavonoides son antioxidantes, una extensa clase de moléculas que en nuestro cuerpo neutralizan los radicales libres. Los radicales libres son potentes componentes oxidantes que dañan las células. El daño celular por oxidación está implicado en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Las vitaminas también poseen propiedades antioxidantes y otras propiedades anticancerígenas. Los minerales tales como el fluor ayudan a combatir las caries dentales y la osteoporosis.   
 
Mecanismos de acción  

Algunas revisiones de artículos proponen mecanismos por los cuales los bebedores de té son protegidos contra enfermedades cardiovasculares y cáncer. Las hojas de té son ricas en una amplia variedad de componentes los cuales aparecen en la Tabla 1.

Estos componentes retienen su actividad biológica bajo inmersión en agua caliente y son fácilmente solubilizados.

Tabla 1. Composición de Peso Seco (Expresado en %) de Hojas de Té

Entre estos componentes, los flavonoides, una clase de antioxidantes, constituye la mayoría de los componentes de las hojas de C. Sinensis. El té negro, verde, y oolong son una rica fuente de flavonoides en la dieta del Norte de Europa, incluso más que una porción de frutas o vegetales. Debido a que la dieta del Norte de Europa es estrechamente similar a la dieta Norteamericana, estos datos reflejan también la contribución del té al promedio de la ingesta de flavonoides. La excepcional contribución del té puede ser debida al hecho que el 69 – 85 % del contenido de flavonoides llega a solubilizarse dentro de los primeros 3-5 minutos de hecha la infusión de té. Y que sobre un 19 % de flavonoides pueden ser extraídos si se utiliza la misma bolsa de té una segunda vez. Además, hay evidencia que los flavonoides derivados del té son más activos que sus componentes homólogos de vegetales como cebolla, espinaca, y lechuga.  

Los flavonoides primero entran al tracto digestivo, así al sistema cardiovascular y finalmente se difunden a través de los tejidos. El mecanismo de acción de los flavonoides en el sistema digestivo no está completamente comprendido. Su absorción a nivel intestinal podría implicarlos en el bloqueo de la acción de aminas aromáticas heterocíclicas que promueven la carcinogénesis gástrica y colorectal. Otros mecanismos de acción podrían vincularlos a la protección de las mitocondrias, el control de la expresión de oncógenes y la prevención de la pérdida de 5-metilcitosina asociada a la protección del ADN.

A nivel del sistema cardiovascular, los antioxidantes bloquean la acción de los radicales libres evitando que el mecanismo de reparación de los vasos sanguíneos cause la proliferación de las células musculares lisas. Además evitan la acción de los radicales libres e hidroperóxidos sobre las lipoproteínas de baja densidad ( LDL) para evitar la formación de placas ateromatosas en la pared de los vasos, otro efecto beneficioso de los antioxidantes en relación a la enfermedad cardiovascular es la inhibición de la citotoxicidad de las moléculas de LDL oxidadas.

Por otro lado los antioxidantes podría bajar las concentraciones plasmáticas de colesterol y de homocisteína las cuales están implicadas en el desarrollo de enfermedad cardiovascular.  

Prevención de Enfermedad Cardiovascular

La salud cardiovascular parece ser mejor entre los bebedores de té que entre los no bebedores, la incidencia de enfermedad cardiaca isquémica es menor en aquellos individuos que beben té en comparación con quienes no lo beben, la disminución de la incidencia de infarto y de otras patologías cardiovasculares están relacionadas con la ingesta de flavonoides derivados principalmente del té de manera dosis dependiente, y son apoyadas por una serie de estudios.

Sin embargo la protección conferida por los flavonoides es compleja y puede involucrar a la homocisteína, al colesterol, la aterogénesis, y la protección de las LDL.

Hay investigaciones que demuestran que los niveles de colesterol están inversamente relacionados con la ingesta de té al igual que con los niveles de homocisteína. Otros estudios reportan que los polifenoles del té disminuirían la hipercolesterolemia, reducirían la presión sanguínea y disminuirían los accidentes vasculares en modelos animales. En otra investigación que estudió la relación entre consumo de té y niveles de colesterol, presión sanguínea y mortalidad a causa de enfermedad coronaria, se señaló una disminución de estos parámetros al aumentar la ingesta de té. Sin embargo también hay otros estudios que no han logrado confirmar los efectos protectores de su consumo.

Prevención de Cáncer

Un estudio reciente confiere al té algunos efectos protectores en contra de algunos tipos de cáncer, si bien el consumo de té no se relaciona con afecciones como melanoma, cáncer de tracto respiratorio, ovario, y linfoma no Hodgkin sí existe una correlación inversa entre el consumo de té y otros tipos de cáncer como los que afectan al tracto digestivo, incluyendo el páncreas, ginecológicos, del tracto urinario y leucemia. En este estudio se muestra que la ingesta de dos o más tazas de té diarias reducen el desarrollo de cáncer digestivo y urinario en un 60% y 32% respectivamente, en comparación con aquellos que no beben té.

Boca

Los flavonoides han demostrado ser beneficiosos para la mucosa bucal. La incidencia de leucoplasias está inversamente relacionada con los flavonoides presentes en el té, e incluso se ha reportado como un agente terapéutico útil para lograr la regresión de ciertas lesiones sin embargo, este campo debe ser mejor estudiado para confirmar estos resultados preliminares.

Esófago

Una alta incidencia de cáncer de esófago fue previamente descrita en relación al consumo de té. Sin embargo, estudios más recientes no confirman estos primeros hallazgos, y parece ser que el consumo de bebidas a altas temperaturas (> 60 °C) más que la naturaleza de ellas, es lo que favorece el desarrollo de cáncer esofágico. Varios estudios de caso control no encuentran relación entre el consumo de té a temperaturas normales (37-45 °C) y  cáncer de esófago, pero la ingestión de té a temperatura elevada (55-67 °C) aumenta el riesgo de su desarrollo al doble o triple.

Estómago

El cáncer gástrico es poco común en Norte América en oposición a su prevalencia en China, Japón, Corea y Sud América. Los efectos del té en relación al cáncer gástrico son contradictorios. Mientras algunos sugieren una relación inversa entre consumo de té y cáncer gástrico, otros no encuentran correlación o señalan una correlación positiva. Un solo estudio da cuenta de que no habría asociación entre el consumo de esta bebida y el cáncer gástrico. Esto da cuenta de la necesidad de estudios prospectivos que puedan definir más claramente la relación existente entre el consumo de té y este tipo de cáncer.

Páncreas

El consumo de té se correlaciona con una baja incidencia de cáncer pancreático, estudios describen una menor incidencia de este tipo de cáncer entre bebedores de té de ambos sexos cuando son comparados con los no bebedores.

Cáncer Colorectal

La relación entre cáncer colorectal y consumo de té es inversa, estudios han señalado los efectos protectores a partir del consumo de dos o más tazas de té en relación a esta patología, y en comparación con aquellos que no consumen té. Hay evidencia de una gran reducción del riesgo de desarrollo de adenoma colorectal en mujeres en comparación con hombres que poseen el mismo nivel de ingesta de la bebida.

Piel

Estudios hechos en ratas indican un efecto protector de la ingesta de té en relación a la exposición a la luz ultravioleta, ya que habría un menor efecto carcinogénico sobre la piel.

Pulmón

Algunos estudios hechos en ratas tratadas con un cancerígeno específico del tabaco 4- (metilnitrosamino)-1-(3 piridil)-1-butanona (NKK), mostraron un desarrollo menor de tumores del pulmón cuando recibieron agua enriquecida con antioxidantes derivados del té en vez de agua pura.

Próstata

Hay reportes que indican un menor riesgo de cáncer para quienes consumen té en una baja o alta proporción en relación a quienes no lo consumen.

Vejiga

El consumo de té tendría también efectos beneficiosos sobre el cáncer de vejiga, los cuales son más marcados en la mujer en comparación con los hombres, y que se traducirían en una reducción de su incidencia.

Otros efectos beneficiosos

Otro elemento presente en el té es el fluor, el cual tiene efectos protectores contra las caries, y que participa en la prevención de la formación de cálculos renales. También le son atribuidas propiedades antibacterianas ya que ciertos microorganismos causantes de diarrea serían afectados por sustancias presentes en el té.

Problemas potenciales de salud asociados al Té

Hay tres problemas principales que deben ser aclarados antes de promover el té para la salud humana. Estos problemas son: 1.- la cafeína en el té, 2.-la actividad del té como secuestrante del hierro, y 3.-el alto contenido de aluminio en las hojas de té.

1.- La concentración de cafeína en el té puede variar considerablemente dependiendo de la mezcla y fuerza de la infusión, una taza de té (170 ml ) contiene 25.5 -34 mg de cafeína, aproximadamente un tercio de la cafeína en igual cantidad de café. Un nivel de cafeína de 400-450 mg diarios podría tener algún tipo de riesgo para la salud, y es equivalente a un consumo superior a las 10-12 tazas de té diarias, por lo cual el consumo normal diario de té no posee ningún riesgo asociado al nivel de cafeína. El posible efecto de la cafeína sobre la generación de osteoporosis ha sido descartado por estudios que no encontraron diferencias significativas entre grupos de mujeres postmenopaúsicas con diferentes grados de consumo de cafeína, al estudiar la estructura mineral ósea, tampoco ha podido asociarse a un mayor riesgo de cáncer, e incluso su consumo se ha asociado a un menor riesgo de cáncer colorectal.

La asociación entre cafeína y riesgo de enfermedad cardiovascular ha sido señalado por algunos estudios epidemiológicos, pero meta-análisis y estudios epidemiológicos recientes no han encontrado evidencia de esta posible asociación. Efectos teratogénicos asociados con cafeína en seres humanos son observados con consumos mayores a 50 mg/Kg de peso, lo que equivale aproximadamente a unas 100 tazas de té diarias para una persona de 70 kilos de peso. Estudios en animales y seres humanos no han mostrado evidencia de que el consumo moderado de cafeína sea causa de retardo del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, abortos espontáneos o defectos al nacer.

2.- El consumo de té provoca la disminución de la absorción del hierro en el tracto gastrointestinal. Se cree que los polifenoles del té forman complejos insolubles con el hierro, de esta forma el hierro es incapaz de ser absorbido. El té inhibe la absorción cuando es ingerido junto a alimentos que contienen hierro no hem, esta actividad secuestrante es detenida por la presencia de ácido ascórbico, lo cual se atribuye al efecto de la baja en el Ph que afectaría los sitios de unión entre el hierro y los quelantes presentes en el té. Un efecto similar es proporcionado por la leche probablemente debido a la alta concentración de minerales que actuarían por saturación, disminuyendo la actividad secuestrante del hierro. Los principales grupos afectados por este fenómeno son los vegetarianos que poseen una dieta relativamente restringida en hierro, y los individuos en riesgo de anemia por deficiencia de hierro (niños pequeños, sujetos jóvenes y mujeres embarazadas) , además de incluir alimentos ricos en hierro, deberían beber el té entre las comidas, y agregar leche o limón al beberlo.

3.-Otro problema relacionado al consumo de té es la posible vinculación con la enfermedad de Alzheimer basado en el hecho de que las hojas de té son ricas en aluminio, en ellas el aluminio es acumulado bajo la forma de hidróxido de aluminio. Sin embargo, la mayor fuente de aporte de este mineral, son los alimentos más que las bebidas dentro de una dieta normal, además no se ha señalado una relación directa y los datos disponibles indican que el consumo de té es seguro por dos razones. Primero la incidencia de la enfermedad de Alzheimer no es significativamente diferente entre países con alto consumo de té y aquellos que poseen un bajo consumo. En segundo lugar, el aluminio derivado de la ingesta de té para su absorción es mínima y las concentraciones de aluminio en sangre continúan siendo mínimas después de un aumento considerable en la ingestión de té. Es claro que la evidencia científica es insuficiente para señalar que el consumo de té aumente el riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Conclusión

El té parece ser un componente ideal de una dieta saludable, puede ser usado para promover la salud humana, parece ser una bebida segura que no posee efectos colaterales, y es una fuente rica en antioxidantes. Sin embargo, las investigaciones han mostrado en forma consistente que individualmente la dieta no puede proveer de un arma mágica en contra de las enfermedades crónicas tales como el cáncer y las afecciones cardiovasculares. El té puede ser usado junto a una amplia variedad de alimentos y bebidas como parte de una dieta saludable.

Estudios animales y epidemiológicos sugieren un efecto protector contra algunas enfermedades, incluyendo el cáncer y enfermedad cardiovascular. El té contiene algunos componentes biológicos importantes que son efectivos contra el desarrollo de algunos procesos patológicos. Entre éstos, los flavonoides parecen ser el elemento clave para los efectos beneficiosos asociados con el té en humanos, éstos actúan como antioxidantes que previenen a los tejidos del daño ocasionado por los radicales libres. Dentro de las células los flavonoides bloquean efectos de conocidos carcinógenos, y además parecen proteger los genes de mutaciones provocadas por factores ambientales. También hay cierta evidencia sobre los efectos terapéuticos del té sobre ciertas ciertas lesiones de la boca, las que sin embargo, deben ser estudiadas en forma más rigurosa.

Hay tres problemas principales relacionados con el consumo de té: el rol de la cafeína, la absorción de hierro por el intestino, y una posible vinculación a la enfermedad de Alzheimer.

Si el consumo de té es menor a 10-12 tazas diarias, el nivel de cafeína está dentro de los límites (< 400 - 450 mg/día ) sugeridos por autoridades de salud canadiense.

La absorción de hierro es un problema más bien para los vegetarianos, ya que su dieta está restringida en relación al hierro de forma no hem, y para quienes poseen riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de hierro. Estas personas no deberían beber té con las comidas debido a que el hierro de los alimentos es secuestrado por el té.

El desarrollo de la enfermedad de Alzheimer como resultado de beber té se menciona por el hecho que las hojas de té son ricas en aluminio, sin embargo su relación no está establecida, la ingesta de té no eleva los niveles plasmáticos de aluminio una condición necesaria para su acumulación en los tejidos.

El té constituye una bebida placentera que tiene prácticamente cero calorías, menos cafeína que el café, y que puede otorgar además una serie de efectos beneficiosos para la salud.