Salud renal

La dieta vegetariana, beber en abundancia y evitar tóxicos son las claves de una buena depuración.


Los riñones son, junto al hígado, los principales depuradores del organismo. La sangre recorre todo el organismo transportando oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida de las células, pero también contiene sustancias tóxicas que deben eliminarse. La principal función del aparato urinario es depurar el cuerpo de sustancias tóxicas. Consta de dos riñones, donde se forma la orina; uréteres, que llevan la orina a la vejiga, donde se acumula la orina; y la uretra, conducto que permite la excreción.

Las personas adultas suelen producir de 1,5 a 2 litros de orina al día. Pero para ello, más de un litro de sangre atraviesa cada minuto los riñones. La cantidad y aspecto de la orina son un buen indicador del estado de salud.
Los riñones pueden presentar diversas alteraciones o enfermedades. Entre las más frecuentes está la nefritis, que significa que el riñón está inflamado debido a una infección (pielonefritis) o a un proceso inmunitario. Se acompaña de presencia de sangre y proteínas en la orina.
Otras afecciones frecuentes son el síndrome nefrótico, la insuficiencia renal, la cistitis o los cálculos renales.

Cuidados generales
No hay que abusar de bebidas alcohólicas, pues recargan las funciones renales y pueden provocar lesiones tisulares. También hay que ser cautos con medicamentos potencialmente nefrotóxicos: antiinflamatorios no esteroideos, antibióticos y medios de contraste yodados. Y la presencia de metales pesados (cadmio, plomo, mercurio) por contaminación ambiental pueden dañar al riñón.
La alimentación más adecuada es la vegetariana, especialmente en insuficiencia renal y nefrosis, pues contribuye a frenar el deterioro.

El exceso de carne aporta demasiadas purinas (ácido úrico) y aditivos que requieren un trabajo extra de la filtración renal. Mientras que los vegetales, en general, ayudan a la función del riñón. Beber abundantemente, entre 1,5 y 2 litros diarios de agua, zumos naturales, caldos de verduras e infusiones y consumir alimentos ricos en vitamina A favorece el buen estado del epitelio renal.
Por último, es aconsejable reducir el consumo de sal (cloruro sódico) y aumentar el de potasio, porque estimula la función renal.
Para las personas que tengan problemas de riñón, especialmente exceso de ácido úrico o cálculos renales, beber en abundancia a lo largo del día es muy beneficioso, sobre todo si se trata de infusiones de plantas medicinales, ya que muchas tienen una acción diurética. Hay una infusión indicada para cada caso, y las plantas más recomendadas son el abedul, el brezo, la cola de caballo, el cerezo, el diente de león, el maíz, la gayuba y la vara de oro.

Zumos que ayudan al riñón
Hay muchas frutas y verduras que, por sus cualidades diuréticas y alcalinizantes, ayudan al riñón. En este sentido cabe destacar: apio (depurativo del ácido úrico), coliflor (diurética), manzana (elimina toxinas por la orina), pera (diurético suave en casos de insuficiencia renal), uva (alcalinizante), melón y sandía (diuréticos), níspero (ayuda a eliminar arenillas), melocotón (suave acción diurética), patata (rica en potasio y alcalinizante), berenjena (estimula la actividad renal), plátano (muy rico en potasio) y zanahoria (depurativa).
Una manera de aprovechar sus cualidades es beber su zumo. Las cantidades corresponden a dos vasos (500 ml), cantidad para tomar al día.

• Zanahoria (250 ml) y apio (250 ml).
  
• Zanahoria (200 ml), con remolacha (150 ml) y pepino (150 ml).
  
• Apio (200 ml), con remolacha (200 ml) y pepino (100 ml).
  
• Zanahoria (250 ml), lechuga (100 ml), diente de león (50 ml) y berro (50 ml).