ORTIGA

Atapilla hembra

La ortiga es una planta herbácea y perenne de la familia de las urticáceas, cuya sola mención nos recuerda el picor que todos hemos experimentado alguna vez con tan sólo rozarla. las especies utilizadas, indistintamente por su similar contenido en principios activos y actividad, son la Urtica dioica L. (ortiga mayor) y la Urtica urens L. (ortiga menor). Algún autor también menciona la U. pilulifera L., U. andicolay U. longispica Killip

La ortiga, que es comestible (las hojas jóvenes) y terapéutica, es probablemente la más difundida de las plantas silvestres, ya que se halla en casi todas las regiones templadas del mundo.

La denominación en latín de Urtica procede de urere, que significa pelos urticante; dioica proviene de planta dioica y Urens de ardiente. La ortiga era considerada por los antiguos, no sólo como planta medicamentosa, también como planta textil y como planta comestible adaptada a la alimentación de los animales de corral y también humana. Dioscórides comenta las aplicaciones de la ortiga, de entre las cuales cabe citar majadas y metidas con su zumo dentro de la nariz, paran la sangre que sale de ella.

Entre los antiguos era normal revolcarse desnudo sobre las ortigas para recobrar la potencia viril. Y Petronio, entre otros, parece ser que se fiagelaba con ellas con intención de conseguir similar efecto. La ortiga ya era citada en los herbarios medievales por su utilidad como diurética y para problemas de las articulaciones. Pero, hace tan solo 15 años que la raíz y sus preparaciones se han empezado a utilizar en el tratamiento de la hiperplasia de próstata benigna (Nóske, 1994).