PRESIÓN ARTERIAL

La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce sobre la pared interior de las arterias, magnitud cuantificable que los médicos miden para determinar el grado de esfuerzo que realiza el corazón para bombear sangre a todos los órganos y tejidos del cuerpo. Al igual que el pulso, la presión arterial varía de persona a persona, según la edad, y en una misma persona en el curso del día: por lo general desciende al estar en reposo o al dormir, y aumenta al realizar un ejercicio vigoroso o durante una emoción fuerte o repentina. Una presión arterial constante mayor de 140/90 suele considerarse anormal. (hipertensión), por lo que se aconseja consultar al médico en cuanto sea posible; en cambio, una presión arterial baja constante (hipotensión) muy rara vez implica riesgos para la salud.
La hipertensión afecta aproximadamente a una de cada 10 personas, es más común entre los hombres que entre las mujeres, y al principio es asintomática, si bien a veces se acompaña de dolor de cabeza, mareo y zumbido de oídos.
Hay diversos factores que contribuyen en mayor o menor grado al desarrollo de la hi-pertensión: comer mucha sal, abusar de las bebidas alcohólicas, hacer muy poco ejercicio, tomar píldoras anticonceptivas, la obesidad, el TABAQUISMO y la ARTERIOSCLEROSIS. Algunos casos de hipertensión tienen una causa hereditaria; otros se deben a insuficiencia renal, y algunas mujeres experimentan un aumento de la presión arterial durante el embarazo.

Cómo se mide la presión arterial
La presión arterial se mide con un aparato llamado tensiómetro, que consta de un manguito de goma conectado a una columna de mercurio o a un manómetro. El manguito se coloca alrededor del brazo y luego se infla con aire hasta que interrumpe el flujo de sangre hacia esa extremidad y, por lo tanto, el pulso. En ese momento se libera poco a poco el aire del manguito a la vez que se mide el pulso con un estetoscopio; el primer latido que se oye corresponde al nivel máximo de la presión arterial (o presión sistólica). Se sigue liberando entonces el aire hasta que se deja de oír el pulso, con lo que se determina el nivel mínimo de la presión, llamado presión diastólica.
La presión sistólica de un adulto sano es de 120, y la diastólica de 80, lo que los médicos registran como 120/80. Una presión sistólica de entre 100 y 140 en adultos se considera normal, al igual que una diastólica de entre 60 y 90.
 
Medidas para prevenir la hipertensión
No fumar.
Cambiar de método anticonceptivo si la píldora eleva la presión arterial. Aumentar el consumo de FIBRA.
Bajar de peso en caso necesario
Reducir al mínimo o moderar la ingestión de bebidas alcohólicas.
Practicar con regularidad un EJERCICIO aeróbico no competitivo, como trotar, nadar o pasear en bicicleta. Hay que empezar poco a poco si no se está en forma, y nunca rebasar los límites de esfuerzo señalados previamente por un médico.
Si la hipertensión es constante y no se toman medidas oportunas y eficaces para combatirla, las consecuencias pueden ser graves: ANGINA DE PECHO, un infarto, un ataque de apoplejía, hemorragias o ENFERMEDADES RENALES.
Lo que los terapeutas aconsejan

Alimentacion
Autoayuda Adoptar una dieta de alimentos enteros que incluya frutas, verduras, cereales (en particular arroz), leguminosas, pescado y pollo.
Se dice que la cebolla, el AJO y las fresas disminuyen la presión arterial, y que la MIEL ayuda a calmar los nervios.
También hay que aumentar el consumo de fibra y reducir al mínimo el de sal, azúcar refinada, carne roja y grasas de origen animal. Asimismo, conviene sustituir el té, el café y las bebidas de cola por tisanas de hierbas, jugos de frutas frescas y agua mineral.
Consulta El terapeuta prescribirá una dieta especial y, si lo considera necesario, complementos de vitamina E y magnesio y cápsulas de lecitina, ajo o polen. También recomendará tomar de dos a cuatro vasos diarios de jugo de apio, uva, naranja, pepino, pera o ananá, solos o combinados.
El naturópata también aconsejará dedicar más tiempo a las actividades recreativas y al ejercicio físico para reducir el estrés; adoptar una actitud menos competitiva respecto del trabajo, y practicar alguna técnica de RELAJACIÓN Y RESPIRACIÓN.

AROMOTERAPIA
Autoayuda Agregar al agua de baño varias gotas de aceite esencial de lavanda, limón o ilang-ilang, o bien, recibir un MASAJE con un linimento aromatizado con cualquiera de esos aceites Otros aceites de efectos benéficos son los de esclarea. melisa y mejorana.
HOMEOPATÍA
Autoayuda El Argentum nitricum con potencia decimal de 30 puede ayudar si se sufre tensión nerviosa, preocupación o cansancio, pero hay que acudir al homeópata para averiguar la causa y combatirla.
Consulta El terapeuta evaluará el estado físico y emocional de la persona para poder prescribir un remedio específico.
ACUPUNTURA
Consulta Esta terapia se ha usado con éxito para aliviar la hipotensión, aunque no se sabe si su eficacia reside en que restablece el funcionamiento general del organismo o sencillamente promueve la relajación. El tratamiento acupuntural se combina con diversas medidas para mejorar la alimentación y el tren de vida, y varía según la gravedad del trastorno. Por lo común las agujas se insertan en puntos del abdomen, el torso, la espalda, los pies y la cabeza, y el alivio a veces es inmediato.
FLORES DE BACH
Autoayuda Se prescribe roble a quienes se sienten agobiados por las responsabilidades; Impatiens para combatir la irritabilidad y la intolerancia; agrimonia a quien oculta su ansiedad fingiendo alegría; verbena para apaciguar el entusiasmo desmedido; vid y agua de roca a quienes tienen metas ambiciosas pero poco realistas; haya a las personas que no aceptan consejos; acebo para suprimir la ira, el odio y el impulso de vengarse; mímulo para el temor a las enfermedades, y leche de gallina para aliviar la aflicción.

Otras terapias
Hidroterapia Se recomiendan los baños de pies con agua caliente y fría, dos veces diarias, para favorecer la circulación sanguínea y promover la relajación.
Reflejoterapia Como la hipertensión suele ser causada por el estrés, el objetivo del tratamiento es promover la relajación. Las zonas que se estimulan son las asociadas con el corazón, los riñones, las glándulas suprarrenales, el plexo solar, la cabeza, los ojos, los pulmones, el cuello y la columna vertebral .
Yoga La práctica regular de las posturas (excepto las que se realizan estando boca abajo) y de los ejercicios de meditación del YOGA puede ayudar a mitigar el estrés. El punto de vista ortodoxo
Los médicos admiten que la alimentación es importante y que reducir el consumo de sal y bajar de peso son medidas benéficas. Es muy probable que realicen pruebas diagnósticas para determinar la causa de la hipertensión y prescribir el tratamiento, además de aconsejar no fumar y suspender o reducir al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas.
Si esto no da resultado, quizá prescriban diuréticos (para aumentar la producción y excreción de orina), bloqueadores beta (para disminuir el ritmo cardiaco) o vasodilatadores (para evitar que se taponen las venas y las arterias). Sin embargo, estos fármacos sólo suprimen los síntomas y no la causa, así que ésta debe combatirse por otros medios; además, en algunas personas pueden provocar efectos secundarios adversos como mareo, somnolencia, DE-PRESIÓN, ictericia, pérdida del apetito, IMPOTENCIA y CANSANCIO.