Planta admirable por sus principios alimenticios y medicinales.

Planta leguminosa muy conocida que sirve de alimento y medicina a la vez. Las hojas verdes, en crecimiento, además de ser ricas en clorofila, contienen la vitamina Kl . En excelentes proporciones se encuentra también en esta planta la vitamina A, y en menores proporciones las vitaminas B 1 , B2, C y B.

Su riqueza en albúminas es sobresaliente, y las proporciones de calcio y fósforo que contiene son excelentes. La raíz de la alfalfa en dosis de 50 gramos por 1 litro de agua en cocimiento, se usa como un buen depurativo y para curar las enfermedades de los riñones y de la vejiga.

Hervir durante 3 minutos, colar bien y agregar al jugo de limón.

Se bebe a cualquier hora durante algún tiempo. El Instituto Nacional de la Nutrición de la República Argentina, refiriéndose a esta planta, informa o siguiente: (por su riqueza nutritiva, a alfalfa puede considerarse superior a muchos vegetales de hojas corrientemente usados en la cocina familia, es fácil de obtener en la mayor Darte de nuestro país, (por lo menos durante seis meses al año), y su precio es más barato que el de cualquiera otra verdura. Es también extraordinaria a cantidad y calidad de los principios nutritivos que posee.

Si se compara la composición de la alfalfa con la de algunas verduras de uso común (la acelga, la espinaca, la lechuga, la habichuela, el repollo), se puede observar que aquella contiene en relación al promedio del conjunto de esos vegetales más del doble de proteínas, cuatro veces más del calcio y dos veces más del fósforo; con respecto a las vitaminas, la comparación revela que dispone de 3 veces más de vitamina B, 4 veces más de vitamina A y más de 9 veces vitamina C.

Una característica de la alfalfa es su alto contenido de celulosa: 8%, mientras que los vegetales de hoja, como la acelga, la espinaca, la lechuga Etc., no llegan a más de 2 %. Dicha sustancia es poco atacada en el tubo digestivo del hombre, en donde queda como residuo que estimula y acelera a evacuación intestinal. Como este efecto es tanto mayor cuanto menor es la edad del individuo, no se aconseja para el niño hasta después de los años. La cocción y la subdivisión por picado o tamizado aminora el efecto mencionado sobre el intestino, razón por la cual se la podrá emplear en esas condiciones para los niños de edad escolar. Para el uso se preferirán las hojas de plantas jóvenes, de pocas semanas, y en lo posible que no hayan florecido, de color verde y uniforme en toda su superficie, sin manchas amarillentas, que suelen ser indicios de la presencia de parásitos. La limpieza se hará lavando la hoja varias veces bajo abundante chorro de agua corriente. Cuando no se utilicen enseguida, se conservarán en sitio fresco en recipiente limpio y tapado.

La alfalfa se puede preparar en ensalada cruda, para lo cual se tendrá la precaución de elegir las hojas más tiernas reunidas en los brotes, en ensalada cocida mezclada o no con papas u otras verduras compactas, en sopas, en purés y en tortillas. En todas estas preparaciones se utilizarán los mismos ingredientes y procedimientos que cuando se utilizan con otras verduras, como acelga, espinaca, etc. Una porción de 50 gramos, que no representan más de 2 cucharadas colmadas de alfalfa cocida, provee al organismo aproximadamente del 16% del calcio, del 80 % de vitamina C del 3,5% de vitamina B2 (riboflavina) y de la totalidad de la vitamina A, que son necesarias para satisfacer las exigencias diarias de un adulto normal que realiza trabajos livianos.

Por su economía, por su extraordinaria difusión en casi todo el país, por sus propiedades nutritivas y por su numerosa aplicación culinaria, la alfalfa merece ocupar un lugar preferente en la alimentación de nuestro pueblo.