El banano o plátano es una planta perenne, de la familia de las musáceas. Sus hojas son muy grandes, de un verde esmeralda obscuro, enteras, alternas, sencillas, lisas, ovales, oblongas, unidas en su base por un fuerte pecíolo que se prolonga en forma de una costilla muy saliente, de la cual parten finas nervaduras iguales y paralelas entre sí. Sus flores son completas y dispuestas en largos racimos. Su tallo amarillo es herbáceo y tierno, y por esta razón se llama "falso tronco", ya que está formado por las vainas de los largos pecíolos que se e unos en otros simulando un tallo.

Se halla en gran abundancia en la América Central, algunos países de Sudamérica y en las Antillas, como también en el Africa ecuatorial y occidental y en Madagascar.

Según la Enciclopedia Británica, las musáceas provienen ori^ginariamente de la India oriental, donde su harina es tan importante como la del trigo.

Hay varias clases de banano: el de Cayena, que da un aroma y un pronunciado gusto de manzana; el banano chino, el banano rosado, etc. La familia de las musáceas es sumamente extensa: cuenta con más de 40 variedades. Las principales son: la M. ensete, Gmel., que se cultiva en las Filipinas y en Abisinia sólo por su fibra; la M. sapientum, L., que se cría en casi todos los países tropicales por su fruta únicamente; y la M. regia —rey de las musáceas—.

La fruta del plátano es un excelente reparador de fuerzas y se puede preparar en los más variados guisos. No contiene ningún principio nocivo y puede comerse sin cuidado, pero en poca cantidad por ser muy alimenticia y porque suele atacar al hígado. Sirve también para preparar bebidas refrescantes, deliciosos sorbetes, dulces, pastas, confituras y, sobre todo, exquisitos turro- nes. El fruto maduro, reducido a pasta, puesto en infusión en aguardiente y luego destilado, da por resultado un licor aromático muy gustoso al paladar.

El enorme valor comercial del plátano es indiscutible. Ya en 1911, el "Boletín Panamericano" decía: "La musa es, sin duda, la planta más importante que existe. Es muy posible que, en fecha no lejana, suministrará el alimento farináceo del mundo y la materia prima para las grandes fábricas de papel y otras industrias fabriles". Y los "Informes Consulares" de los EE. UU. (1912) reiteran: "... el destino del plátano será jugar un papel importante para la demanda insistente del mundo por un alimento más barato y más abundante". La obra titulada "El Plátano, su cultivo, distribución y usos comerciales", del West Indian Commitee de Londres, establece la siguiente comparación entre la cantidad de alimento que produce una hectárea de trigo, papas y plátanos:

Trigo 1.600 kg

Papas 8.600 kg

Plátanos 104.000 kg

El Dr. M. Tibbles, en su libro "El alimento, su origen, composición y fabricación", presenta la siguiente tabla de valores relativos como alimento del plátano, trigo, cebada y papa (tomamos aquí el valor 100 para la composición total de cada alimento) :

Este anállsis coloca en primera línea, como alimento, la harina de plátano y demuestra que para obtener la misma cantidad de alimento que contiene 1 kg de harina de plátano sería preciso ingerir 7 kg de papas.

El informe de la Pan American Fiber Corporation presentó (poco antes de que fuera escrito este libro) la siguiente estadística acerca del cultivo del banano —en su mejor variedad-- como alimento en el hemisferio americano:

1. in América se usa la savia del banano como astringente para cortar las hemorragias externas e internas.
2. Esta misma savia, disuelta en agua, mitiga la inflamación de los riñones.
3. Se consideró por algún tiempo al plátano como el más eficaz antídoto contra la tuberculosis pulmonar. Se trataba del jugo filtrado del tronco del plátano largo o "zapalote", que, según el Dr. Montero da Silva, de Brasil, curaría radicalmente en un 70% dicha enfermedad en 2? grado.