LA RISA COMO TERAPIA DE RELAJACION

Risoterapia alivio para la tension muscular

La risa es una característica común de todos los primates; se ha observado, por ejemplo, que los chimpancés reaccionan con una especie de risa cuando se les hacen cosquillas. En el hombre, la risa se remonta a los tiempos más antiguos. Nuestros antepasados primitivos mostraban los dientes en señal de amenaza o advertencia, pero cuando el ademán empezó a acompañarse de una contracción peculiar de los músculos de la cara y ciertos ruidos inarticulados y rítmicos, adquirió un significado más bien amistoso.
Así, la risa constituyó en un principio un medio de extroversión y de contacto con los demás que fortalecía los lazos sociales y permitía al individuo sobrevivir en su comunidad, pero además de eso tiene otros beneficios físicos y psicológicos, al menos en el hombre moderno.
Durante un acceso de risa, la respiración se hace más rápida y profunda, y el ritmo cardiaco se acelera, lo que aumenta la oxigenación de la sangre y estimula la circulación. Además, ciertos estudios efectuados con muestras de sangre tomadas de varias personas mientras reían han mostrado mayores niveles de las hormonas propias del estado de excitación: adrenalina y noradrenalina. Pasado ese estado, las mismas hormonas favorecen la agudeza mental.

El esfuerzo súbito de los grupos musculares que intervienen en la risa suele ir seguido de un periodo de relajación general que tiende a restablecer el tono muscular normal. Si los estallidos de risa se repiten, la alternancia de tensión y relajación constituye un alivio para la TENSIÓN MUSCULAR derivada de la ansiedad.
Los beneficios psicológicos de la risa se relacionan más con el sentido del humor que con el acto fisiológico de reír. Cuando se es capaz de mirar los problemas por el lado cómico, la preocupación asociada con ellos no resulta tan abrumadora y, a veces, ciertas dificultades dejan de parecer insolubles. Algunos psicólogos opinan que el humor es un recurso de vital importancia para enfrentar los problemas de la vida diaria. Además, favorece y mantiene la salud mental: se sabe que las personas con un sentido del humor desarrollado suelen tener menos padecimientos emocionales que aquéllas para quienes es difícil reír (en particular para sí mismas).

Por otra parte, la salud de la mente contribuye a la salud del cuerpo, como lo ha demostrado recientemente un estudio realizado en Estados Unidos. Los investigadores observaron durante 30 años a un grupo de varones, desde la infancia hasta la edad adulta. Los que de jóvenes gozaron de buena salud mental, padecían pocas enfermedades físicas después de los 40 años de edad. En cambio, quienes sufrieron de alteraciones emocionales mostraban un índice más alto de trastornos físicos. La conclusión del estudio fue que la salud mental - (entre cuyas manifestaciones está el sentido del humor) es capaz de frenar el deterioro físico del envejecimiento.
Aun si en sus orígenes la risa fue un ademán hostil, con el tiempo adquirió un significado de simpatía. Las personas que ríen juntas (en la pareja, por ejemplo) tienen mayores probabilidades de permanecer juntas. Por superficial que pueda parecer, la risa es manifestación de algo más profundo y significativo: un modo particular de ver el mundo, una reacción que nos hace sentir bien y que puede incluso ayudarnos a vivir más.